EL JUGLAR

El paradiga de ser estudiante universitario es idealizar la meta, ¿Qué meta te preguntarás?... Pasar todos los semestres y obtener un título de tercer nivel, pero planteo las siguientes interrogantes: ¿Es correcto buscar un cartón que te certifique ? o ¿Buscar el conocimiento pleno para desarrollarlo en el campo laboral? Y por último, ¿Qué nos enseña realmente la vida universitaria?

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Los privilegios de entrar a una institución de tercer nivel son: llenarse de conocimiento, desenvolverse tal cuál pez en el agua,  tener juicio crítico, encontrar tu enfoque propio, suena muy bien...¿No?  Y si te dijiera todo lo contrario, que estarás por más de 8 horas clavado en tu pupitre, residiendo clases poco didácticas, donde el docente te leerá las diapositivas y aún peor, tendrás suerte si en la carrera que tú elijas exista la nómina completa con todos los docentes listo y dispuestos a darte una clase que valga la pena, que seas tú quien tenga que adaptarse a los horarios y no los profesores, porque tienes el privilegio de estar ahí, sentados, esperando a que te den una clase mediocre o que te hará dormir o preguntarte ¿Qué hago aquí? ¿Para qué me sirve esto en mi vida laboral?, si te has preguntado esto, felicitaciones, eres bienvenido a lo que todos llaman la vida universitaria.

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Seria conveniente plantear desde un incio un contrato formal entre la Universidad y los estudiantes, como compromiso que se respetara y otorgará el privilegio de aprender eficazmente con doceentes cualificados, con el compromiso de formar paulatinamente a los estudiantes desde sus primeros pasos en las diferentes instituciones.